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Reducir la huella de carbono es clave para el futuro

Es necesario actuar por el clima de una forma consciente y continua para avanzar hacia un futuro más sostenible.

 

Tanto las personas, como las infraestructuras y los medios de transporte que utilizamos generan una huella de carbono. Esta huella de carbono se refiere a la cantidad total de gases de efecto generados por una sistema, organización o actividad. Para ponerlo en contexto, una persona que vive en Estados Unidos tiene una huella de carbono de 16 toneladas aproximadamente, mientras que el promedio mundial se sitúa alrededor delas 4 toneladas.

 

Esta diferencia en las huellas de carbono tiene relación con otra estadística que llama la atención. Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo, los 46 países menos adelantados (PMA) solo producen alrededor del 4% de las emisiones medias de carbono del mundo.

 

Sin embargo, los 46 PMA han sufrido el 69% de las muertes causadas por desastres relacionados con el clima durante los últimos 50 años.”

 

Jonathan Weinert

IoT e iluminación conectada en Signify

 

Teniendo en cuenta las estadísticas sobre la huella de carbono, las emisiones y el cambio climático, los países desarrollados y en vías de desarrollo deben asumir la responsabilidad de reducir las emisiones de carbono para poder avanzar hacia un futuro sostenible.

 

Existen soluciones sencillas para avanzar hacia un futuro sostenible

 

Muchos obstáculos diferentes dificultan el camino hacia la reducción de las emisiones de carbono y la eficiencia energética. Los requisitos empresariales tradicionales, las presiones presupuestarias y la política a nivel internacional, nacional y regional han frenado y a veces obstaculizado la transición hacia prácticas sostenibles. Sin embargo, existen soluciones que pueden ayudar a reducir las emisiones de carbono y mejorar la eficiencia energética.

 

Por ejemplo, el entorno construido actual supone el 40% de las emisiones mundiales de carbono al año. De ese porcentaje total, las actividades relacionadas con la construcción representan el 27% y los materiales de construcción el 13% restante. Cada edificio consume energía para alimentar los sistemas de iluminación, calefacción y de aire que mantienen los espacios de interior confortables para los usuarios. Además, cada sistema de control también genera emisiones de carbono.

 

En este sentido, existen diferentes soluciones para afrontar los problemas relacionados con las emisiones de carbono y el consumo energético de los edificios. Por ejemplo, los sistemas de iluminación conectada, integrados con tecnología LED podrían ahorrar millones de toneladas de emisiones de carbono y reducir la demanda de electricidad. Mientras que la iluminación LED puede ofrecer un ahorro energético directo del 50-70% frente a la iluminación convencional, la integración de tecnologías LED con controles inteligentes, IoT y otros sistemas de control ambiental puede aumentar todavía más esos porcentajes. Además, la instalación y el uso de sistemas conectados centrados en las personas favorece la mejora del bienestar y de la productividad.

 

El diseño de los edificios también se puede alejar de los materiales que más emisiones de carbono generan en las diferentes fases de extracción, fabricación, transporte, construcción y eliminación. Los estudios de arquitectura y las empresas de construcción pueden priorizar el abandono de materiales convencionales como el hormigón y el acero para utilizar en su lugar materiales de bajo contenido en carbono, neutrales en carbono o de almacenamiento de carbono. Los nuevos tipos de hormigón, por ejemplo, pueden reducir las emisiones de carbono en un 60%. Además, las empresas pueden reducir las emisiones asociadas con la fabricación estableciendo el uso de materiales reciclados para los edificios.

 

Los compromisos con un futuro sostenible comienzan con las decisiones políticas

 

Durante las últimas décadas, Estados Unidos y la Unión Europea, así como otros gobiernos han tomado decisiones políticas cruciales que están encaminadas a alcanzar las cero emisiones netas para 2050. En Estados Unidos, la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 incluye incentivos fiscales para la instalación de soluciones eficientes energéticamente como la tecnología LED, nuevos tipos de aislamiento para los edificios o bombas de calor.

 

El Green Deal Europeo aborda cuestiones políticas clave como hacer accesible y asequible el transporte a partir de energía limpia, la creación de mercados para tecnologías y productos sostenibles, así como estimular la renovación de 35 millones de edificios públicos y privados. Además, el plan RePowerEU de la UE se centra en el ahorro energético, la diversificación del suministro de energía y la implementación de fuentes de energía renovables.

 

Gambia, Mali, Costa Rica y otros países más pequeños también han abordado el cambio climático a través de diferentes proyectos y estrategias. En Gambia, el Proyecto de Resiliencia a los Desastres en los Hogares proporciona apoyo financiero a las iniciativas locales para mejorar la conciencia sobre el cambio climático, apoyar los negocios verdes y cambiar a nuevas prácticas agrícolas, incluyendo el cultivo agroforestal. Mali ha convertido minirredes diésel en tecnologías solares, hidroeléctricas y de biogás en un esfuerzo por reducir las emisiones de carbono en 5.000 toneladas. Costa Rica confía en las energías renovables y ofrece incentivos a las comunidades y propietarios para preservar los bosques y aumentar la biodiversidad.

 

Hacer frente al cambio climático requiere de acciones conscientes y continuas

 

Cada día que pasa, las consecuencias del cambio climático se hacen más evidentes. Según un informe de la Oficina del director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, sin la acción de los países, instituciones, empresas e individuos, las temperaturas globales probablemente seguirán aumentando y los fenómenos climáticos adversos continuarán estableciendo nuevos estándares extremos.

 

Aunque el liderazgo político puede cambiar, los países no se pueden apartar de sus compromisos para mitigar el cambio climático. Sin embargo, establecer y cumplir con las políticas es solo un paso. Las instituciones y las empresas deben comprometerse con prácticas y tecnologías que reduzcan la huella de carbono y el consumo de energía. Cada persona puede impulsar los cambios que promuevan esos compromisos.

 

Para conocer más información sobre cómo las tecnologías LED conectadas se alinean con las políticas energéticas globales puedes visitar nuestra web.




Fuente: Signify

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